Scroll to top

Homenaje del Ayuntamiento de Valladolid a su personal trabajador represaliado durante el franquismo. Relación de trabajadores

Homenaje del Ayuntamiento de Valladolid a su personal trabajador represaliado durante el franquismo

(1ª parte de 3)

Relación de trabajadores del Ayuntamiento republicano de Valladolid asesinados y muertos en la cárcel tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936

1. Isaías Bravo de Frutos

Guardia municipal

Nacido el 16 de febrero de 1902 en San Pedro de Gaíllos (Segovia). Hijo de Martín y Gregoria. Casado con Teresa Jordá y dos hijas: Avelina y Gregoria. Vivía en la calle Santa Lucía, 7.

Fue acusado de estar implicado en la revolución de octubre de 1934, de ser socialista y de pertenecer a la UGT.

Asesinado en el Cabildo, ingresó en el depósito municipal el 31 de julio de 1936, donde según datos procedentes de la ARMH de Valladolid fue reconocido por su suegro (“le reconoció por las botas, le entregaron un pañuelo, pero le faltaba el reloj y la estilográfica”). Tras practicarle la autopsia («Cadáver en descomposición, con herida por disparo de arma de fuego. Hemorragia interna»), fue enterrado en el cementerio del Carmen de Valladolid en el cuadro 46.

Su familia figura en una relación de personas necesitadas de asistencia que se elabora en Valladolid en enero de 1937.

2. Juan Carbajosa Cubero

Oficial de Secretaría General

Nacido el 27 de junio de 1906 en Valladolid. Hijo de Eulalio y Elvira. Casado con Felisa Aranzo y una una hija: Felisa. Vivía en la calle Leopoldo Cano, 5.

Presidente del Sindicato de Funcionarios Municipales, estuvo implicado en la revolución de octubre de 1934 (se registró su domicilio, fue suspendido de empleo y sueldo y encarcelado el 22 de octubre de dicho año). En El Norte de Castilla del 24 de octubre del 34 figura su ingreso en la cárcel junto con otros ocho compañeros de la Junta de Funcionarios Municipales. Sabemos que solicitó la devolución de los libros de su sindicato que habían sido incautados. Acusado de conspiración a la rebelión militar y de tenencia ilícita de armas, cumplió condena hasta enero de 1935.

Ingresó cadáver en el depósito municipal el 10 de agosto de 1936 procedente de las tapias del cementerio. Muere por herida en el corazón. Fue enterrado en el cementerio del Valladolid en el cuadro 39, sepultura 49.

En junio de 1938, su madre, viuda, solicita pensión y se dice que vive en la casa-ayuntamiento sin pagar renta y “por no tener dónde vivir”. Su hija Felisa, que en septiembre del 41 está viviendo en el Hospital Militar, ingresa en el Colegio de la Sagrada Familia de Rueda, donde iban hijos de represaliados (se entrega la autorización a la abuela paterna, Elvira Cubero). La orden procede del Patronato Central para la Redención de Penas por el Trabajo (Ministerio de Justicia, Dirección General de Prisiones).

Su padre, el conserje Eulalio, permaneció la noche del 17 de julio frente a la puerta de la alcaldía para proteger la reunión extraordinaria que se celebró para tomar decisiones ante los rumores de sublevación. Fue también el que la noche del 18 de julio cerró la puerta cuando empezaron los disparos y el que la abrió la madrugada del día 19 para que entraran los sublevados. Su hermano Luis Carbajosa murió en el frente. Su hermana Margarita fue «la niña del siglo», apadrinada por el Ayuntamiento con 250 pesetas (por ser la primera niña que nacía en Valladolid con el nuevo siglo): se le costeó la educación, y a su padre, entonces obrero en paro, se le nombró empleado municipal (Enrique Berzal, El Norte de Castilla, 12 de enero de 2021).

3. Miguel Castellano Hernández

Obrero (Sección de Vías y Obras, Saneamiento)/alarife en el juicio de la Casa del Pueblo y en su expediente penitenciario.

Nacido el 8 de mayo de 1895 en Béjar (Salamanca). Hijo de Dorotea. Casado con Agapita Bernal López y tres hijos: María, Miguel y Mario. Vivía en la calle Puente la Reina, 25.

Se dice en los informes que tiene antecedentes político-sociales y que es peligroso (ya había sido acusado de tenencia ilícita de armas en el 32 y el 34). Tras el golpe de Estado, fue suspendido de empleo y sueldo, pero su mayor castigo vendría por su participación en la resistencia de la Casa del Pueblo, motivo por el que será juzgado y condenado a muerte. Según su propia declaración del 13 de agosto de 1936: “Sobre las 23.15 de la noche pasaba por la calle del Obispo con su señora, y al oír disparos se refugiaron en la Casa del Pueblo, que toda la noche estuvo en un sótano sentado y paseando a ratos y por la mañana saltó por los tejados y pasó a dos o tres casas inmediatas de la calle del Obispo y allí fueron detenidos”. Ingresó en la cárcel vieja de Valladolid el 19 de julio de 1936, tras el fracaso de la resistencia, entregado por la guardia de asalto. Cuando se acude a la prisión a comunicarle su suspensión, manifestó en presencia del Sr. director de la misma y del oficial: «que se negaba a firmar y que no reconoce a este Gobierno y que primero dejaría de ser español».

El 20 de agosto fue trasladado a la cárcel nueva, de donde saldrá para ser fusilado el 21 de septiembre de 1936. Fue enterrado en el cementerio del Carmen en el cuadro 46.

4. Teódulo de Castro Fernández

Escobero (Sección de Vías y Obras)

Nacido en Cotanes del Monte (Zamora), tenía 39 años. Hijo de Emilio y Vicenta. Casado con Escolástica García y dos hijas: Emilia y Juana. Vivía en la calle Santa Lucía, 20.

Suspendido de empleo y sueldo por disposición de la alcaldía el 15 de agosto de 1936, será dado de baja definitivamente en su escalafón el 6 de marzo de 1940, cuando ya estaba muerto.

Ingresó en el depósito judicial el 5 de agosto de 1936, donde se registra que murió por hemorragia intestinal producida por disparo de arma de fuego. Fue enterrado en el cementerio del Carmen en el cuadro 46, sepultura 60.

Sus hermanos Luis y Crescencio también sufrieron la represión (penas de cárcel), y su familia aparece el 5 de enero de 1937 en la relación elaborada por la Junta Provincial de Beneficencia con el objetivo de “registrar a los que han quedado abandonados por haber desaparecido o haber sido ejecutada la persona que atendía su subsistencia”.

5. Manuel Cortés Fernández

Mecánico electricista (Fábrica del Salto del Río Esgueva)

Nacido en Madrid el 18 de febrero de 1902. Hijo de Manuel y Filomena. Casado con María Frechilla y tres hijos: Emilia, María y Manuel. Estaba domiciliado en la propia fábrica.

Fue tesorero del Sindicato de Funcionarios Municipales y estaba afilado al partido socialista. Ya estuvo detenido por su participación en la revolución de octubre de 1934, aunque quedará en libertad en enero de 1935 por sobreseimiento de la causa. Fue asesinado el 4 de agosto de 1936 (“lesión cerebral y hepática”) y enterrado el día 6 de dicho mes en el cementerio del Carmen de la ciudad en el cuadro 46.

6. Darío Cortijo Arrontes

Ordenanza (personal subalterno)

Nacido en Valladolid el 11 de mayo de 1876. Hijo de Manuel y Anastasia. Casado con Cristeta Dolara y sin hijos. Vivía en la casa consistorial, tercer piso.

Recibió un apercibimiento (sanción mínima) en 1934 por manifestar su apoyo a la revolución de octubre (fue denunciado por un guardia municipal). Era portero de plena confianza del alcalde Quintana, tanto que fue el designado para quedarse la noche del 17 de julio con él en el ayuntamiento a la espera de acontecimientos (junto con el ordenanza Salvador García y el conserje Eulalio Carbajosa, hizo guardia dicha noche frente a la puerta de la alcaldía en el piso segundo). El día 18 de julio a las 20.00 horas de la tarde estaba “hablando con gente en los portales de Cebadería frente al Molino de Chocolate y después en las cantinas de los portales de la Manzana, y tras haber disparos entró en el ayuntamiento por la puerta de la oficina de bomberos o de guardias municipales”.

Finalmente, será asesinado en el pinarillo de la carretera de Renedo (fractura de bóveda de cráneo con lesión cerebral) cuando aún vestía el uniforme del Ayuntamiento de Valladolid. Ingresó en el depósito judicial el 10 de agosto de 1936 y fue enterrado en el cementerio del Carmen de Valladolid en el cuadro 31.

7. Pablo Díez Bermejo

Portero cementerio/en el padrón de 1935 figura como guardia municipal

Nacido en Valladolid el 2 de marzo de 1889. Hijo de Pablo y Juliana. Casado con Marcela Vélez y 4 hijos: Wenceslao, José, Marina y Máximo. Vivía en la calle Mercedes, 10.

Fue asesinado en la campiña del Carmen el 14 de octubre de 1937 (fractura huesos del cráneo con destrucción de masa cerebral) y enterrado el día 16 del mismo mes en el cementerio de Valladolid en el cuadro 62, sepultura 35.

8. Lázaro Díez Puente

Escobero (Sección de Vías y Obras)

Nacido en Valladolid, tenía 30 años. Hijo de Agapito y Valentina. Soltero. Vivía en travesía del Marqués, 11.

Participó en la revolución de octubre de 1934 y también en los conflictos de mayo de 1936. Acusado de arrojar piedras y causar lesiones el 6 de octubre de 1934 a obreros que fueron a trabajar a la Compañía del Norte cuando estaba decretada la huelga general [concretamente, a los torneros Victoriano Rodríguez y a su padre Francisco Rodríguez y también a Daniel Rivero] y formaba parte de un piquete que actuó en la calle de la Estación. En su declaración dice que él estaba en el Campo Grande leyendo una novela. Participó también en los conflictos de mayo de 1936: figura en unas diligencias policiales del 28 de mayo de 1936 donde se relata que estando con otros compañeros fueron disparados por dos individuos y “emprendieron la huida corriendo en dirección a la catedral (…) atravesando la calle de Gallegos (…) llegaron a Macías Picavea, refugiándose en un portal que hay entre un bar y una fábrica de chocolates…”.

Tras el golpe de Estado de 1936, fue suspendido de empleo y sueldo por disposición de la alcaldía el 18 de julio de 1936 y será dado de baja en el escalafón el 6 de marzo de 1940. Figura como desaparecido, lo que parece indicar su muerte extrajudicial, aunque no hemos encontrado documentación que certifique su muerte.

9. Francisco Duque Domínguez

Escobero (Sección de Vías y Obras)

Nacido el 4 de octubre de 1896 en Valladolid, estaba casado con Ana San José Sánchez y tenía dos hijas: María y Ana. Vivía en la calle Reyes, 11.

No se presentó a trabajar tras el golpe de Estado y fue suspendido de empleo y sueldo por disposición de la alcaldía el 15 de agosto de 1936. Será dado de baja en el escalafón el 6 de marzo de 1940, cuando ya estaba muerto.

Fue asesinado el 15 de agosto de 1936 (su cadáver aparece en las piscinas: “traje completo azul mahón, camiseta punto blanco listado en negra con cremallera, calzoncillo blanco, cinturón de cuero, gorra-bisera, zapatillas negras sin calcetín”) y enterrado en el cementerio del Carmen de la ciudad en el cuadro 46.

La familia aparece en enero de 1937 en una relación que se elabora para la Junta Provincial de Beneficencia con el objetivo de registrar a los que se han quedado abandonados por «haber desaparecido o haber sido ejecutada la persona que atendía a su subsistencia».

10. Alberto García Martín

Guarda-peón cementerio

Nacido el 14 de septiembre de 1901 en Valladolid. Hijo de Nicolás y Micaela. Vivía en la calle Padilla, 13.

Era miembro de UGT y ya fue sancionado en 1934 por su participación en las huelgas “revolucionarias”. Se dice de él que hacía alarde de sus ideas extremistas, que era Izquierdista, hablador…. Se le da de baja en su escalafón en abril de 1937.

Figura como preso gubernativo desde el 25 de agosto de 1936. El 29 de abril de 1938 es puesto en libertad y trabaja en la construcción del nuevo polvorín en el pinar de Antequera, siendo acusado de manifestar que a los presos les daban de comer muy mal, sobre todo los días 1 de mayo y 14 de abril, y de que tenía un lista de personas de las cuales había que vengarse, “incluyendo en ellas a dos empleados del cementerio y dos guardias”. Por ello fue de nuevo encarcelado, ingresando en la cárcel nueva el 17 de mayo de 1938, y juzgado y condenado a 6 años y 1 día de cárcel por excitación a la rebelión el 19 de agosto de 1938.

El 10 de marzo del 41 se dice que por enfermedad (beriberi) no puede salir a trabajar. En los informes que se piden para la condicional en abril de 1941 se señala “que no procede”. En julio de 1941 se aprueba  su libertad condicional con destierro y elige Valencia, pero nunca fue porque muere por colapso cardiaco en la cárcel el 28 de enero de 1942.

11. Valentín Hernández Burón

Escobero (Sección de Vías y Obras)

Nacido el 10 de agosto de 1904 en Villanueva del Campo (Zamora). Hijo de Valentín y Benita. Estaba casado con María Vaquero y tenía dos hijos: Carmen y Gregorio. Vivía en la calle Peninsular, 5.

En 1934 pertenecía a las Juventudes Socialistas y era miembro capacitado de la Casa del Pueblo. Fue suspendido de empleo y sueldo por disposición de la Alcaldía el 5 de agosto de 1936 y dado de baja en el escalafón el 6 de marzo de 1940, cuando ya estaba muerto.

Su cadáver apareció en La Rubia, ingresando en el depósito judicial el día 5 de agosto de 1936 (muere por hemorragia pulmonar producida por arma de fuego), donde fue reconocido por su suegro Marcelino Vaquero. Fue enterrado en el cementerio del Carmen de Valladolid en el cuadro 46, sepultura 59.

Los hijos figuran en la relación que se elabora por la Junta Provincial de Beneficencia con el objetivo de registrar a los que han quedado abandonados por «haber desaparecido o haber sido ejecutada la persona que atendía a su subsistencia». Su hermano Mateo fue denunciado en 1941 por izquierdista y su madre estuvo en Auxilio Social.

12. Félix Martín Gutiérrez

Carpintero (empleado municipal)

Nacido el 11 de junio de 1900 en Valladolid. Hijo de Mariano y Vicenta. Casado con Esperanza Garrote y tres hijos: Asunción, Felisa y Esperanza. Vivía en la calle Marqués del Duero, 14.

Estaba afiliado a la CNT y era vocal del Sindicato de Funcionarios Municipales. Ya estuvo encarcelado por los sucesos de octubre de 1934, aunque quedará libre en enero del 35 por sobreseimiento de la causa.

En la documentación se señala que «despareció de su domicilio el 5 de septiembre de 1936». Los hijos figuran el 5 de enero de 1937 en la relación que se elabora para la Junta Provincial de Beneficencia con el objetivo de registrar a los que han quedado abandonados por «haber desaparecido o haber sido ejecutada la persona que atendía a su subsistencia». Su condición es de desaparecido porque no existe documentación que certifique su fallecimiento, aunque su mujer solicita el 24 de octubre de 1946 la inscripción de su muerte.

13. Marcial Mínguez Repiso

Guardia municipal

Nacido el 30 de junio de 1896 en Bocos de Duero (Valladolid). Hijo de Pedro y Juliana. Casado con Ascensión Álvarez Aguado y dos hijos: Pedro y Milagros. Vivía en Canterac, 14.

Era contador del sindicato de Funcionarios Municipales en 1934 y pertenecía al partido socialista. En los informes se indica que “en cuantas ocasiones se plantearon en esta ciudad huelgas generales las secundó, lo que demuestra su espíritu revolucionario”. Participó activamente en los acontecimientos revolucionarios de octubre de 1934 (se registró su domicilio y se encontró una pistola, comprometiéndose a llevar la licencia al día siguiente a la comisaría de vigilancia). Por esta participación ingresó en la cárcel junto con otros ocho compañeros de la Junta del Sindicato de Funcionarios Municipales (El Norte de Castilla, 24 de octubre de 1934), y también se acordó la separación de su puesto de trabajo el 27 de noviembre de 1934 “dada cuenta del expediente instruido por intervenir directa y personalmente en política y su pertenencia al partido socialista no solo como afiliado, sino que era miembro actuante”. Tras el triunfo del Frente Popular fue nuevamente repuesto en su cargo, siendo reconocidos sus derechos (había salido en libertad en enero de 1935 por sobreseimiento de la causa). De nuevo será suspendido de empleo y sueldo el 25 de julio de 1936 por no presentarse a prestar servicio desde el 19 de julio y, finalmente, dado de baja en su escalafón.

Cuando se le abre el expediente, no lo puede firmar «por ausencia» (en agosto, los datos de la documentación reflejan que se ignora su paradero), pero la propia documentación confirma su final: desapareció el 13 de septiembre de 1936 tras presentarse a la Guardia Civil y «se cree haya fallecido en el transcurso del Movimiento Nacional». Será su mujer quien en abril de 1940 solicite la incoación de expediente de desaparición y registro en el juzgado.

14. Aquilino Otazo Tordable

Jefe bomberos (Servicio de Incendios, capataz de primera, jefe de personal)

Nacido el 4 de enero de 1888 en Valladolid. Hijo de Valeriano y Victoriana. Estaba casado con Luz María Santiago y no tenían hijos. En la documentación figuran como domicilios las calles Maravillas, 4 (padrón de 1935) y Pérez Galdós, 3 (en el acta de desaparición).

Fue miembro capacitado de la Casa del Pueblo y tesorero de la mutua obrero médica-farmacéutica. También estuvo implicado en los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, siendo por ello separado de su cargo y condenado a 7 años por tenencia de explosivos y a 1 año por tenencia ilícita de armas. Según la documentación, Aquilino entregó el 14 de octubre del 34 al bombero Juan Huélamo un cajón “diciéndole que tenía papeles y libros”. Que dicho cajón era de Víctor Valseca, que se lo entregó en agosto en la Casa del Pueblo, en la Secretaría del sindicato ferroviario, y que “se lo pasó a Huélamo porque sabía que se estaban haciendo registros domiciliarios”. La caja contenía 50 cartuchos de revólveres, 1 bala de fusil, 1 pistola, etc. Además, en su mesa del parque del bomberos, se encontraron detonadores, cápsulas para barrenos, etc. También se señala que, estando preso por los sucesos de 1934, recibió un dinero que le da «la República de los trabajadores». Por esta implicación en los acontecimiento de 1934, estuvo encarcelado en Burgos y en Pamplona.

Será readmitido a su cargo tras el triunfo del Frente Popular, pero nuevamente detenido el 18 de julio de 1936 cuando estaba de guardia como bombero (junto con sus compañeros: el asesinado Isidoro Valseca y el encarcelado Félix Armengod). Será acusado de negarse a salir a sofocar el incendio de la iglesia de San Esteban y de participar en la resistencia activa que se hizo desde el ayuntamiento la noche del 18 de julio de 1936.

El 25 de julio se le comunica su suspensión de empleo y sueldo en la cárcel provincial (posiblemente Cocheras). Su castigo administrativo se concreta en su baja en el escalafón (16 de agosto de 1937). En la propia documentación oficial se apunta que «desde mediados de diciembre de 1936, que estaba preso en una de las cárceles desta ciudad, no se ha vuelto a tener noticia alguna del referido sujeto». A pesar de ello, la maquinaria represiva sigue su protocolo y el 28 de julio del 37 se presentan en su domicilio de la calle Pérez Galdós para entregar el expediente de depuración por “su actuación contraria la movimiento nacional” (se anota con total frialdad que “ha desparecido”). Su mujer se niega a coger la documentación.

La realidad es que fue asesinado el 15 de diciembre de 1936, el mismo día que se dice «fue puesto en libertad» por el jefe superior de Policía a cuya disposición se encontraba. Su hermano, Fructuoso Otazo Tordable, también fue detenido (El Norte de Castilla, 1 de septiembre de 1936).

15. Eladio Pérez Heras

Jefe matadero nave de cerda

Nacido el 8 de enero de 1878 en Wamba (Valladolid). Hijo de Roque y Leonor. Estuvo casado en primeras nupcias con Juliana Rodríguez, con la que tuvo cinco hijos: Domiciano, Leonor, Candelas, Julio y Mariano, y en segundas nupcias con Marta de Frutos, con la que no tuvo descendencia.

Figuran como domicilios las calles Tomás Meabe y Príncipe, 20.  No se presentó al trabajo tras el golpe de Estado de julio de 1936 y fue dado de baja en el escalafón el 27 de octubre de 1936 (su plaza es cubierta interinamente en septiembre de 1939).

Estuvo en Cocheras como preso gubernativo (se registra su detención el 16 de septiembre de 1936 en El Norte de Castilla).

El 23 de octubre de 1937, el director de la prisión provincial de Valladolid comunica al juez del juzgado de Instrucción y de Guardia de la capital la muerte de este recluso que estaba a disposición del gobernador civil (lo certifica el médico del cuerpo de prisiones Julio Martínez): murió en la enfermería de Cocheras por miocarditis aguda, a consecuencia de erisipela cefálica. El 28 de mayo del 40, como ya ha fallecido, se dan por terminadas las actuaciones de su expediente.

16. Mariano Pérez Medina

Jardinero (Obrero de la Sección de Jardines)

Nacido el 11 de diciembre de 1912 en Villardefrades (Valladolid). Hijo de Miguel y Victoriana. Estaba soltero y vivía en la calle Fray Luis de León, 19 (Casa del Pueblo).

El 25 de julio del 36 se informa de que tenía permiso reglamentario hasta el día 24, pero que desde ese día no se reintegró al trabajo.

Entre los antecedentes políticos-sociales que se señalan están que fue detenido el 26 de febrero de 1934 por vender el periódico Renovación y estar afiliado al partido socialista y a Socorro Rojo Internacional, así como ostentar “cargos en agrupaciones que fomentaban huelgas entre el 16 de febrero y el 18 de julio de 1936”.

Participó en la resistencia de la Casa del Pueblo, por lo que fue juzgado y condenado a muerte. En su declaración, indica que “a las 21.00 horas del día 18 de julio fue a la Casa del Pueblo a pasar un rato como tenía por costumbre, permaneciendo toda la noche hasta las 10.30 que salieron todos y fueron detenidos. Que por la noche, al oír los disparos, se metió en una Secretaría que es interior”. Ingresó en la cárcel el 19 de julio de 1936, entregado por la guardia civil.

Finalmente, fue fusilado el 20 de septiembre de 1936 y enterrado en el cementerio del Carmen en el cuadro 45. Es hermano del fusilado Donato y de la encarcelada Victoria.

17. Dimas Sansierra Izcara

Bombero (Servicio de Incendios)

Nacido en Cisneros de Campos (Palencia). Tenía 27 años. Era hijo de Daniel y Cristina y estaba casado con Virginia Cortijo con quien tenía una hija: Felisa. Vivía en la calle Fernández Cubas, 11.

No se presentó a trabajar tras el golpe de Estado (fue suspendido de empleo y sueldo y, finalmente, dado de baja por defunción el 13 de agosto de 1937). Sabemos que estuvo implicado en los sucesos revolucionarios de octubre de 1934 (se registró su domicilio el 15 de octubre de dicho año en busca de explosivos).

Entre las acusaciones para justificar su depuración figuran que pertenecía a las Juventudes Socialistas, que excitaba el ánimo en el personal de bomberos, actuación contraria al “Movimiento Nacional” y propaganda de sus ideas por los pueblos, pues era «el que en dicho partido hacía y deshacía». Y se añade: «Es al que más se le ha visto excitar el ánimo en el personal de este Cuerpo, en el sentido de ir en contra del Régimen y con mucha frecuencia, aun en la actualidad, sigue censurando y jurando porque supone que «los rojos serán los que triunfen» e incluso dice: «entonces, ya veremos».

Estuvo detenido en Cocheras desde julio de 1936, hasta que apareció muerto en la finca el Habanero (orilla derecha del río Pisuerga), flotando sobre el agua, el 22 de abril de 1937. Murió por hemorragia cerebral con fractura de la base del cráneo. El cadáver apareció con las manos atadas con una soga y una camiseta con las iniciales D. J. Fue reconocido por su cuñado, quien afirmó que se hallaba en la prisión de Cocheras. Llevaba muerto varios días, posiblemente desde el 8 de abril, fecha en la que también fue asesinado su compañero Isidoro Valseca. Será enterrado en el cementerio del Carmen de Valladolid en el cuadro 53.

18. Francisco Santamaría González

Guardia municipal

Nacido en Valladolid, tenía 47 años. Hijo de Segundo y Mariana, estaba casado con Leopolda Ramos y tenía tres hijos: Manuel, Francisca y Leopolda. Vivía en la calle Duque de Lerma, 8 (su familia en enero de 1937 figura en Nueva del Carmen, 40).

Ingresa con heridas en el Hospital Provincial el día 8 de octubre de 1936 y muere ese mismo día por lesión cerebral y pulmonar. Será enterrado en el cementerio del Carmen de Valladolid en el cuadro 46, sepultura 71. Así queda registrado en la documentación:  “(…) el guardia de este Cuerpo Francisco Santamaría no se había presentado a su clase a causa de haber sido detenido y en la mañana de hoy se ha comprobado que se halla gravemente herido en el Hospital Provincial (…) Noticias posteriores recibidas con relación al precedente parte confirman que el citado guardia ha fallecido”.

La familia aparece en enero de 1937 en una relación que se elabora para la Junta Provincial de Beneficencia con el objetivo de registrar a los que se han quedado abandonados por «haber desaparecido o haber sido ejecutada la persona que atendía a su subsistencia».

19. Arsenio Santos Sáez

Administrador del mercado del Val (en el juicio de la Casa del Pueblo figura como tipógrafo)

Nacido el 25 de julio de 1898 en Valladolid. Hijo de Arsenio y María de las Nieves. Estaba casado con Vitoria Medina y teía una hija: Nieves. Vivía en la calle Fray Luis de Granada, 3.

No se presentó a trabajar el 19 de julio del 36 y será acusado de ser significado socialista de acción y de pertenecer a la UGT. El 23 de julio firma el duplicado de su suspensión de empleo y sueldo y, finalmente, será dado de baja en su escalafón el 17 de marzo de 1937, cuando ya estaba muerto.

Fue presidente de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales y estuvo implicado en la revolución de octubre del 34.

La noche del 18 al 19 de julio de 1936 estuvo en un portal anexo a la Casa del Pueblo, motivo por el que será juzgado en una pieza separada del macrojuicio de la Casa del Pueblo.

Detenido el 19 de julio de 1936, tras ser “absuelto” en esta causa, queda preso a disposición del gobernador civil. En marzo de 1937, en el informe de su expediente de depuración, se señala que «según rumores ha desaparecido». La realidad es que fue asesinado el 22 de diciembre de 1936 y su acta de desaparición se inscribe fuera de plazo en agosto de 1941.

20. Isidoro Valseca Rodríguez

Bombero (empleado municipal del Servicio de Incendios)

Nacido el 2 de enero de 1889 en Valladolid. Hijo de Adrián y Victoriana. De su primer matrimonio con Natividad Fernández tiene a Antonio, Victoriano, Carmen y Pilar. Se casó en segundas nupcias con Julia Fernández. Vivía en la calle Industrias, 20.

Era bombero mecánico desde enero de 1918 y fue dirigente de la Junta de Funcionarios Municipales, secretario y vicepresidente. Participó en los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, siendo encarcelado el 20 de octubre de dicho año junto con otros miembros destacados del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales. Finalmente, fue puesto en libertad en enero de 1935 por sobreseimiento de la causa.

Isidoro Valseca en 1925

Isidoro Valseca en 1925. Foto cedida por Antonio Valseca (nieto)

Tras el golpe de Estado, será acusado de negarse a sofocar el incendio de la iglesia de San Esteban y se decretó su suspensión de empleo y sueldo el 25 de julio del 36 y la baja en el escalafón el 16 de agosto de 1936.

Estuvo en Cocheras hasta abril de 1937 (figura su detención en El Norte de Castilla el 22 de julio de 1936).  En julio de 1937, cuando se le va a entregar el duplicado de su expediente de depuración a su domicilio, se comunica que «ha desaparecido».

Fue asesinado en la finca del Habanero el 8 de abril de 1937 (el día que se dice «fue puesto en libertad» por el sr. Gobernador civil a cuya disposición se hallaba). Murió por disparo de arma de fuego (fractura de los huesos esferoides y base del cráneo). Su cadáver apareció en el río Pisuerga, en el sitio conocido como jardín de la Fábrica, el 21 de abril de 1937, pero se señala que podía llevar en el río 30 días. Fue enterrado en el cementerio de Simancas. Tiene dos actas de defunción: en una está inscrito como desconocido y en la que se registra su muerte fuera de plazo (mayo del 37) ya aparece con su nombre. Su hermano fue el concejal socialista Víctor Valseca (exiliado, primero en Rusia y, finalmente, en Bélgica, donde murió). Su hijo Antonio fue también asesinado (alférez de complemento del grupo de Información de Artillería, número 3). Su hija Pilar, según la información oral del nieto de Isidoro, murió “de pena” con 15 años en 1938.

Isidoro Valseca

Isidoro Valseca, al lado del encarcelado Félix Vaquerizo (con pañuelo anudado al cuello). Debajo, el alcalde García Quintana. Foto cedida por Antonio Valseca, nieto de Isidoro

Isidoro Valseca en 1929

Isidoro Valseca en El Escorial en 1929 (a su lado, con un paquete en la mano, está el alcalde García Quintana). Foto cedida por Antonio Valseca, nieto de Isidoro

21. Nicéforo Velasco Rodríguez

Inspector veterinario del matadero municipal

Nacido el 25 de febrero de 1886 en Trigueros del Valle (Valladolid). Hijo de Martín e Isidora. Casado en primeras nupcias con Manuela Cuadrado García con la que tuvo dos hijos: Manuela y Nicéforo y en segundas con Dorotea Olmos Gómez con la que tuvo un hijo: Fernando. Vivía en la calle Zapico, 9.

Obtuvo por oposición (septiembre de 1924) una plaza de inspector municipal veterinario en el Ayuntamiento de Valladolid; en junio de 1927 accedió por concurso a la plaza de veterinario de la Diputación Provincial de Valladolid, simultaneándola con la del Ayuntamiento vallisoletano. Fue elegido presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Valladolid el 23 de septiembre de 1931, cesando a petición propia en septiembre de 1932. En la documentación se señala que el día 20 de julio dejó de presentarse a realizar servicio. Director y jefe de redacción de la revista Vidaleman. También fundó y dirigió la revista profesional Progreso Veterinario. Publicó artículos en la prensa política y en la prensa profesional. (Véase libro de Enrique Berzal, Historia de Trigueros del Valle, Diputación, 2007).

Desde el punto de vista político, estuvo encarcelado por su participación en la revolución de octubre (fue defendido por Landrove), saliendo en libertad en enero del 35 tras sobreseerse el proceso. También fue presidente del Sindicato de Funcionarios Municipales y miembro fundador de la Casa del Pueblo. A comienzos del año 1936, fue elegido vicepresidente de la Agrupación Socialista de Valladolid, cargo del que dimitió a finales del mes de mayo del mismo año.

Nicéforo Velasco.
Fuente: Fundación Pablo Iglesias

Se le conceptúa como “peligroso” y se señala que tiene antecedentes policiacos políticos y sociales: «De los elementos más destacados del socialismo en esta capital y provincia, el cual había desempeñado cargos directivos de importancia… habiendo intervenido directamente en las huelgas generales planteadas en esta capital en los meses de mayo y junio últimos, estando considerado como uno de los principales dirigentes del partido».

La acusación principal para decretar su muerte fue la participación en la resistencia de la Casa del Pueblo, donde pasó la noche “con una pistola y municiones”. En su propia declaración dice que “fue a la Casa del Pueblo el 18 de julio sobre las 18.00 horas para enterarse de si habían convocado una reunión que se iba a celebrar para organizar y recaudar los fondos destinados a la erección de un monumento en Asturias conmemorativo de la revolución de octubre. Que volvió a las 21.00 horas para celebrar la reunión, no llegando a reunirse por falta de los miembros de la comisión. Que no tenían armas y que las esperaban del gobernador civil quien las había prometido. Que allí estuvo hasta las 10.00 de mañana y que durante la noche oyó los disparos que se hacían desde el edificio en construcción a la calle”.

La realidad es que no fue detenido tras la rendición de la Casa del Pueblo, sino que “tras ser cacheado por un guardia de asalto se dirigió a su domicilio, diciéndole un cabo del citado cuerpo que se fuera con las manos en alto y que desde ese día ha estado escondido en su casa porque tenía noticias de que todos los que habían pertenecido al Frente Popular los iban a detener. Que el arma que tenía la dejó en la Casa del Pueblo cuando se marchó y también dejó un paquete de municiones y el escudo de la agrupación socialista”.

Finalmente, fue detenido en su casa el 16 de agosto de 1936, ingresando en la cárcel tras ser entregado por guardias de asalto (figura su detención en El Norte de Castilla).

Fue fusilado el 23 de septiembre de 1936 y enterrado en el cementerio del Carmen, en el cuadro 15, sepultura 29.

Continuar con
Proceso de creación de la escultura homenaje
(2ª parte de 3)
por Manuel Sierra Álvarez

Continuar con
La depuración del Ayuntamiento republicano de Valladolid
(3ª parte de 3)
Investigación realizada por María Jesús Izquierdo García y José Mariano Rodríguez Rico

Noticias relacionadas